¿Quién soy? ¿Sobre mí?
Me llamaron Karolina por mi bisabuelo Karol, el padre de mi abuela materna. Curiosamente, he terminado viviendo en un país en el que, sobre todo, me conocen como Karol.

Soy de Polonia, pero vivo en Barcelona.
Escribo en castellano, porque polaco es demasiado personal. Todavia.
Hice de todo y no hice nada…
Soy la niña que sueña despierta, a la que le gustan los mapas y la fruta.
Soy la adolescente que solo se entiende con los poetas muertos, que susurra a los bosques y canta a los campos.
Soy la joven que busca amor y a la que le han roto el corazón.
Soy la mujer que se convierte en madre y descubre que puede aprender de sus hijos. Pequeños maestros.
“she started working on herself because she loved her children but then she realised it was the same type of love she needed for herself” – Erin Morrison
Volví a ser niña y adolescente. Me reencontré con mi juventud, con el dolor, el abandono y la decepción.
Hoy, en la etapa de mujer y madre, reuní los fragmentos de mi historia para dar sentido a quién fui, porque quien soy ahora es una versión que ha evolucionado. Como un Pokémon.
Ahora es tiempo de transición, de integración, de pasar de la sombra a la luz… de transmutar el mal en bien.
Escribo, porque me hace feliz. Escribo idas y venidas de la vida, escribo lo que entiendo a través de la espiritualidad y la sanación, y explico cómo la filosofía me inspira la vida. Escribo para mí, pero siempre con la intención de compartirlo, porque creo plenamente que las vivencias de uno pueden ayudar a despertar al otro. Y quizás porque la imagen de Carrie Bradshaw (Sex and the City), pasando cada noche en su escritorio escribiendo su columna semanal, despertó en mí un tímido deseo de que yo también quiero algo así.
Amo la música, la fotografía y las plantas. Mar y montaña. Perros y gatos. Libros en papel y la poesía.