Luna llena y eclipse en Virgo: Un viaje de 19 años hacia mi adolescente interior
He encontrado en YouTube un video del 2004. Aparezco en él, bajo el escenario de un concierto, en aquellos tiempos en los que la música era un refugio y la vida se sentía con una intensidad absoluta. No es casualidad. Este eclipse en Virgo cae exactamente en el mismo grado que hace 19 años, justo en mis nodos natales. Un ciclo se cierra y otro se abre, como si el universo me mostrara, con delicada insistencia, las piezas que debo recoger para completar el cuadro de mi propia historia.
Hoy también me encontré con esta cita:
«Being attached to any version of yourself in any life you lived is like being attached to a fleeting dream.» – Mateya Triglaw
Aferrarse a una versión pasada de uno mismo es como intentar retener un sueño que se disuelve al amanecer. Y sin embargo, al verme en ese video, sentí que una parte de mí seguía allí, atrapada en aquella juventud inquieta, en ese torbellino de emociones que entonces parecían demasiado grandes para sostenerlas sola.
Me acorde que en aquella época de esa intensidad, escribí esto:
Un cigarro humeante
y yo,
suplicando a Dios por amor,
para no poder herir nunca más.
Ya entonces algo en mí germinaba, lo que hoy, poco a poco, voy sacando del armario. Pero en aquel momento estaba cubierto por el silencio y la culpa. Lo que más me sorprende, es darme cuenta de cuánto me juzgaba por sentir tanto. Y a la quien tenia que aprender a amar, es a mi misma… Sigo en ello.
Cerrar el ciclo: Tomar de la mano a mi adolescente interior
Hablamos mucho del niño interior, pero el adolescente no es menos importante. Esa parte de nosotros que aprendió a reprimir, a endurecerse, a sobrevivir a base de autoengaño. El adolescente interior es muchas veces quien más necesita ser escuchado, porque sus heridas siguen latiendo bajo la piel de nuestra adultez.
Hoy, en este eclipse, quiero cerrar ese ciclo con ella – Mysza, como me llamaban entonces. Tomarla de la mano, decirle que todo está bien. Que con ella todo está bien, solo tiene demasiadas responsabilidades y que varias de ellas no le corresponden. Que su intensidad es lo que le hace especial, ella no es una carga, pero sí que sostiene mucha. Que lo que siente es bello. Y que haga arte con ello.
La sanación no es olvidar quiénes fuimos, sino abrazar cada versión de nosotros mismos sin miedo. Sacar esa intensidad afura, disfrutar del proceso, porque al final es lo que más importa.
Si algo me ha enseñado este ciclo es que la belleza de la vida está en sentirlo todo, sin reservas. Y a ti, que lees esto, te invito a conectar con tu adolescente interior. Escucha la música que amabas entonces, vuelve a leer lo que leías, deja que su voz resuene en tu presente. Quizá te sorprenda lo que tiene para decirte.
Mi playlist personal para conectar con mi adolescente interior
(mostly polish punkrock vibes):
Con amor,
Karol <3
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